Este artículo extraido del blog de yooriento, es muy interesante cuando en la sociedad actual y profesional son muchos coach los que estan utilizando la motivación através del enfoque psicologico.
Considero que analizar nuestra situación en un momento de cabreo puede resultar no solo interesante sino tambien productiva porque de todo error se aprende.
En fin os lo dejo para que os haga meditar un poco de lo interesante de cabrearse.
“El valor de la ira: 6 beneficios psicológicos de enfadarse.”
Hay todo tipo de buenas razones,
sensatas y civilizadas razones para evitar enfadarse. No sólo te hace
sentir mal, también te hace hacer y decir cosas estúpidas sin darte
cuenta del riesgo y la autodestrucción que pueden conllevar. Por eso la
gente se esfuerza por suprimir, redirigir y ocultar su ira. La mayoría
de nosotros tratamos nuestro cabreo como si fuese irracional e
impresentable. Pero como cualquier emoción, el cabreo también tiene su misión, y puede ser utilizado con efectos positivos.
1. El cabreo es una fuerza motivadora
En ocasiones escuchas gente que habla sobre utilizar el cabreo como una fuerza motivadora
‘transformando el enfado en una energía positiva’. El enfado puede empujarnos hacia delante para conseguir nuestros objetivos ante los problemas que puedan surgir.
Por ejemplo, en un estudio se le mostró a los participantes objetos que
asociaban con una recompensa. Otros fueron expuestos primero a caras de
ira. Estos últimos a los que les enseñaron caras cabreadas estaban más
predispuestos a querer los objetos que se les mostraron a continuación. (
Aarts et al., 2010).
Cuando vemos algo ventajoso, lo queremos con más interés cuando estamos enfadados. Por lo tanto, bien usado, el cabreo constructivo puede hacer que te sientas fuerte y con poder que te impulse a conseguir lo que quieres.
2 La gente cabreada es más optimista
Quizá suene raro, pero la gente cabreada tiene algo en común con la gente feliz y es que ambos tienden a ser más optimistas.
En un estudio sobre el temor al terrorismo (
Lerner et al.
2003) llevado a cabo tras los ataques terroristas del 11 de septiembre,
los participantes que experimentaron más temor y menos ira fueron más
pesimistas acerca de la posibilidad de posteriores ataques en el futuro.
3 El cabreo puede beneficiar las relaciones
El enfado es una reacción natural cuando
somos tratados injustamente por los demás y es una forma de comunicar
este sentimiento de injusticia . Pero la sociedad nos dice que es
peligroso y que debemos esconderlo. ¿Cómo influye esto en nuestras
relaciones?
Curiosamente, otra investigación ha mostrado que
esconder el enfado ante relaciones más cercanas puede ser perjudicial (
Baumeister et al., 1990).
El problema es que al esconder tu enfado, tu pareja o compañeros non
saben si han hecho algo mal. Y pueden continuar haciéndolo, lo que no
hace ningún bien para tus relaciones. La expresión del cabreo, si es de
forma justificada y con el objetivo de encontrar una solución, más que
por el hecho de vengarte, puede realmente ser beneficioso y hacer más
cercanas tus relaciones.
4 El cabreo de da perspectiva de ti mismo
El cabreo puede también ayudarte a conocerte, si te dejas.
A una muestra de americanos y rusos se les preguntó sobre cómo los estallidos de ira recientes les habían afectado (
Kassinove et al.,
1997). El 55% afirmó que enfadarse les había resultado positivo. El
tercio superior de este grupo dijo que la ira les proporcionó una idea
de si mismos y de su propios errores.
Si podemos darnos cuenta cuando nos cabreamos y por qué, entonces podremos aprender cómo mejorar nuestras vidas.
El enfado puede motivar nuestro propio cambio.
5 El cabreo reduce la violencia
Aunque el enfado a menudo precede a la
violencia física, el cabreo también es una forma de minimizar la
violencia porque es un señal social muy fuerte que indica que una
situación ha de resolverse. Cuando otros ven la señal están más
motivados para intertar aplacar a la parte cabreada.
Imagina un mundo sin cabreo donde la gente no tuviese un método para
mostrar sus sentimientos antes las injusticias. ¿Podrían recurrir
directamente a la violencia?
6 El cabreo como estrategia de negociación
El cabreo puede ser un método legítimo de conseguir lo que quieres.
En un estudio relativo a negociación, los participantes hicieron más y
mayores concesiones y pocas peticiones a una persona cabreada que a una
que estaba feliz (
Van Kleef et al., 2002).
Así que hay algunas evidencias de que la ira puede utilizarse como
estrategia de negociación. Pero no se trata simplemente de perder los
papeles para pretender conseguir así lo que quieras.
La ira es probable que funcione mejor
cuando esta justificada, si apareces poderoso y cuando las opciones de
la otra parte son limitadas
Sinaceur & Tiedens, 2006;
Van Kleef et al., 2007).
Las tres características del cabreo constructivo
El cabreo puede reducir la violencia,
beneficiar las relaciones, promover el optimismo y ser una fuerza
motivadora útil pero puede fácilmente ser destructivo. Son las emociones
humanas: la tranquilidad no siempre es buena y la ira no siempre es
mala, aunque podamos sentirlo así. Una persona infeliz está también más predispuesta a encontrar errores y una persona enfadada está más motivada a actuar. Necesitamos
tener presente que incluso las emociones de miedo y peligro pueden
tener su lado positivo, siempre que las usemos para un correcto
propósito.
Las personas parecen entender de forma inconsciente los beneficios del cabreo. Un
estudio encontró que los participantes que iban a formar parte de un
juego de confrontación estuvieron más predispuestos a escuchar música
rabiosa de antemano o volver a pensar en las cosas que habían hecho que
se enojaran (
Tamir et al, 2008). A partir de ahí fueron al juego mejor preparados porque se sentían más cabreados.
Veamos las tres características de un enfado eficiente contra una persona o personas:
1 Que la persona que es causa del enfado esté presente
2 Que esté justificado y sea proporcional al perjuicio causado
3 Y que sea expresada como el primer paso en el intento de solucionar un problema más que como un escape del mal sentimiento.
Y tú, ¿con quién vas a cabrearte ahora?